Los españoles son líderes europeos en el uso de smartphones. El 81% de los móviles son inteligentes y ligamos a través Tinder, Happn, Badoo o AdoptaUnTío.
Se cree que para 2031, la mitad de las parejas se habrá conocido por Internet. Actualmente, 9 de cada 10 usuarios de Internet están conectados a por lo menos una red social y el 55 % de ellos admite que usa el teléfono para ligar.
Ligoteo y nuevas tecnologías
Con el surgimiento de las redes sociales de ligoteo, se están multiplicando las oportunidades y se acelera el proceso de conocer a alguien. Las aplicaciones y las webs de contactos hacen que la gente piense que tiene más opciones románticas. Hay evidencia empírica que demuestra que tardarán más en comprometerse.
La cultura cambia y si antes la máxima expresión del amor era el matrimonio para toda la vida, ahora lo es la monogamia periódica. “Los cambios son consecuencia de la tensión entre el deseo de individualidad y el de fusión en una pareja” , afirma el profesor de Antropología Jordi Roca en un artículo de El País. De ahí el modelo actual tan generalizado de la sucesión de relaciones, posible gracias a la normalización del divorcio.
Amor y redes sociales
Twitter, Facebook o Whatsapp han cambiado la manera en que se crean y desarrollan las relaciones sociales, también las de pareja. Las redes sociales son un instrumento más a nuestro alcance. El cómo las utilicemos puede afectar de manera positiva o negativa, pero depende del uso que de cada uno.
Las nuevas tecnologías, en las manos no adecuadas, pueden suponer un exceso de control sobre la pareja. Saber dónde está, con quién habla, llamar innumerables veces todos los días, etc. Las redes sociales nos permiten mantener un mayor control sobre cómo se relaciona nuestra pareja con los demás. Esto hace que se despierten todos los miedos e inseguridades.
Uno puede estar pendiente de a qué hora se ha conectado en el WhatsApp o a qué le ha dado me gusta. Incluso, es posible hacer “investigaciones” sobre quiénes son los amigos que tiene o a quién le manda mensajes. Esto implica que muchas de las relaciones de pareja actuales tienen como ingredientes la desconfianza, el miedo y la inseguridad. Aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de estar con nuestra pareja. No hay nada como la comunicación y el respeto para poder ir paliando estos temores.
Q verdad es
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